3 de enero de 2007

els monjòs i santa marguerida

Desde hace un tiempo estamos pensando mudarnos de Barcelona ciudad hacia algún pueblo cercano donde los alquileres sean mas accesibles. Pero no es nada fácil ya que se han avivado y en todos lados cobran un disparate. Pero hace unos días encontramos por internet que cerca de vilafranca del penedés (siii, ahi donde se hacen buenos vinos y cavas) hay un pueblito con estación de tren (a una hora del centro de barcelona) donde hay un alquiler por 400 euros. Decidimos que hoy sería un buen día para visitarlo y la verdad que nos tocó un día soñado...
Así que cogimos el coche y nos encaminamos hacia allí, luego de sortear las salidas tan mal señalizadas que hay en esta puta ciudad. Finalmente encontramos la ruta correcta por una autopista por la que llegás a los pedos. El primer inconveniente: pagar peaje (3.20 euros de ida y otro tanto de vuelta), pero nos dijimos que seguramente si uno vive en un pueblo debe de tener descuento. Por el camino decidimos entrar en sant sadurní d'anoia, el pueblo base de las cavas, y la verdad que está bueno. Andar por esta región es como recorrer la ruta de vinos de mendoza pero acá es de cavas: codorniú, freixenet, marqués de monistrol, etc. Esto nos emocionó y nos alentó a seguir hacia nuestro pueblito. Luego de nuevos accidentes de señalización para recuperar el camino llegamos al pueblito. SUPER tranquilo, unas 30 o 40 manzanas, con los viñedos casi tocando el borde del pueblo. Lindo. Nos bajamos y decidimos caminar. Olor a leña quemándose, aire puro, la calle del mercado de fin de semana. Era como un cuento. El siguiente objetivo fue ubicar la estación, asi que, luego de preguntar, fuimos hasta allí en coche porque era en la otra punta. Oh sorpresa! Al lado de la estación se desplegaba en toda su magnitud una fábrica gigantesca taladrando frente a nuestros ojos el valle de viñedos. ALCOHOLERA CATALANA. Al acercarnos pudimos aspirar el aroma a alcohol en el aire, como a sidra o algo así. Luego al volver al centro del pueblo comenzamos a sentir un olor como putrefacto en el aire, como de frigorífico. Nuestra emoción decaía a pasos agigantados. Fuimos a ver la única inmobiliaria del pueblo pero estaba cerrada. Así que nos encaminamos a la vuelta a la city. Nos dimos cuenta que estaba lejos y que tal vez no valiera tanto la pena, no al menos ese pueblo.
Por suerte en el camino de vuelta nos dio la bienvenida a la ciudad una luna espectacular

CONVERSACIÓN ABSURDA

Llegamos a una repsol camino a Vilafranca del Penedés y tengo ganas de ir al baño. Entro en la gasolinera y pregunto: - El lavabo?

- Es enfrente pero lo están haciendo... - la miro con cara de compungida - ... si quieres esperar... - la miro con cara de asombro - ah! ahi salen!-
Doy media vuelta y veo que salen del baño, que efectivamente estaba enfrente del mostrador (no de la gasolinera), dos mujeres vestidas de repsol que estaban limpiando (no construyendo) el baño. Me sonreí pensando que me había olvidado por un instante que estaba en españa.